A nivel político, el discurso sobre la conveniencia o no del uso de las mascarillas ha sido muy variable en los últimos meses. Durante el comienzo de la crisis sanitaria, la mismísima Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó a desaconsejar su uso a la población en general, sobre todo en personas sanas, por crear una falsa sensación de seguridad que conducía al descuido de otras medidas preventivas como el lavado de manos.
Dados los rebrotes y contagios por el coronavirus, que se siguen registrando en la Comunidad de Madrid, y siguiendo con la tendencia del resto de Comunidades Autónomas a fin de evitar un nuevo confinamiento absoluto, se ha aprobado un nuevo plan de restricciones para la comunidad madrileña:
Con el fin de evitar el incremento de contagios por coronavirus, el gobierno ha establecido la obligatoriedad del uso de mascarillas por parte de las personas mayores de seis años, cuando no sea posible mantener la distancia de seguridad.
Publicado en el Boletín Oficial del Estado de 10 de junio de 2020, entra en vigor el día siguiente (11 de junio) el Real Decreto-Ley 21/2020 de 9 de junio, en el que se acuerdan diversas medidas urgentes en materia de prevención, contención y coordinación, con el fin de hacer frente a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19 y prevenir los rebrotes (artículo 1).