El auge del alquiler turístico en épocas vacacionales ha transformado el mercado inmobiliario, especialmente en los principales destinos turísticos de España. Este fenómeno no solo trae consigo implicaciones administrativas, sino que también impacta directamente en la convivencia de las comunidades de propietarios.
El gran temor de todo propietario que ha invertido en el mercado inmobiliario con la esperanza de disponer de una renta mensual procedente del arrendamiento de inmuebles es toparse con un inquilino moroso.
El Tribunal Supremo declara la nulidad de pleno derecho del acuerdo por el que se nombra presidente de la comunidad de vecinos a quién no es propietario.