Cuando una de las cláusulas de un contrato no ha sido negociada entre un consumidor y una entidad bancaria y además existe un importante desequilibrio en los derechos y obligaciones de las partes contratantes, en este caso hacia los consumidores, podemos estar hablando de una cláusula abusiva.
El pasado mes de enero, la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, reunida en pleno, ha dictado cinco sentencias en las que fija la doctrina sobre algunas cuestiones relativas a las cláusulas abusivas y, en concreto, relacionadas con lo que se ha venido a llamar “los gastos de hipoteca”.
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha dictado una sentencia firme que declara nulas las cláusulas de los contratos de alquiler de coches que permiten a las empresas cobrar a los clientes por la gestión de multas y partes de siniestros.