La plusvalía municipal es el impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana. Y para poder reclamar la plusvalía municipal es necesario demostrar que no ha aumentado el valor de los terrenos. De hecho, el pasado 10 de julio de 2018 se hizo pública la última sentencia del Tribunal Supremo en la que quedó claro que cuando no hay plusvalía no se debe pagar.
Hace tiempo surgió la práctica habitual en las promotoras de incorporar a sus contratos de venta de viviendas una cláusula que imponía a los compradores la obligación de pagar el impuesto municipal sobre el incremento del valor de los terrenos, el llamado impuesto de plusvalía, pese a ser dicho impuesto una carga correspondiente al vendedor puesto que grava el aumento de valor que experimenta el terreno vendido y con el que se enriquece el promotor.